En diferentes entradas hemos hablado de la promoción dentro de la Administración Pública.
En esta, por ejemplo, se hablaba de aspectos más o menos técnicos para lograr la promoción o el cambio de destino.
Si nos referimos a cómo de probable es que un funcionario llegue a un determinado nivel, este sería el post a leer.
¿De qué hablaremos entonces aquí? Pues de un tema conectado. El acceso a puestos de mayor responsabilidad. Nos referimos a los niveles 29 y 30, asociados a adjuntos y coordinadores de área, niveles 29, y subdirectores y vocales asesores, niveles 30.
Antes de seguir, ha de quedar claro que la promoción es perfectamente posible y no es una quimera. Ahora bien, tiene unas dinámicas que no son las de las consultoras, por ejemplo.
La definición de la RAE nos vale: “Ascender a alguien a un empleo o categoría superiores”. De este modo, una promoción supone un cambio de puesto de trabajo a otro con mayor responsabilidad.
No sería una promoción el hecho de que te asignen nuevas tareas manteniendo el puesto de trabajo, por muy bien que te lo venda tu jefe.
Nos referimos a empresas como las consultoras, es decir, aquellas en las que la promoción es bastante rápida, con una contrapartida evidente.
La contrapartida es que mucha gente causa baja, de tal modo que hay muchos “muertos” sobre los que uno se puede subir para promocionar. Podríamos decir, incluso, que este es el modelo de RRHH.
Supongamos que en un año normal la empresa contrata a 100 personas. Seguramente a los 4 años queden 20, a los 8 cinco y a los 12 una persona que es la que consigue ser socia, de acuerdo con el plazo medio que se tarda en lograr semejante hazaña.
En oposición a estas empresas, en la Administración Pública la rotación es próxima a 0 a nivel agregado.
Es próxima a cero porque no son muchos los que abandonen el funcionariado. Por ejemplo, el pasado 1 de septiembre un compañero ha pedido la excedencia para llevar a cabo una iniciativa personal a la que le deseamos todo el éxito posible. Es un caso bastante aislado.
Ahora bien, lo es a nivel agregado, porque no es raro que la gente se mueva horizontal o verticalmente. De hecho, hay un colectivo bastante numeroso que dice que no quieren estar más de 4 años en un sitio. Y actúan en consecuencia.
Lo que está claro es que no parece que, en una determinada subdirección, dirección general o secretaría de Estado, vaya a haber a lo largo del año muchos muertos sobre los que subirse. Los que surgirán será porque alguien se jubile, cambie de destino o porque se creen nuevos puestos.
En el primero de los casos, todos nos jubilaremos. La alternativa es morirse. Como subdirector en una subdirección solo hay uno, y, como máximo, dos adjuntos, calcula la probabilidad de que sean ellos. Los que cambian de destino pueden ser esos que se mueven a los 4 años o alguien que promocione. Que se creen puestos de trabajo es algo bastante complicado, pero con el PRTR ha sucedido. Todas esas plazas ya están cubiertas. No se espera en el corto/medio plazo una ocasión como esta.
¿Es posible la promoción? Un recién nombrado la puede dar por descontada en un plazo razonable. Entrará en un N26 y el N28 seguramente lo consiga a los dos años. Si se le da mal, a los 5 como tarde. O al menos esto era así hasta hace nada.
Ahora bien, ¿se puede asumir que a los 12 años serás subdirector, asumiendo que este es el rango equiparable a socio en una consultora? Pues no está tan claro. ¿Y esa promoción tendrá lugar en la unidad en la que entraste? En el 99% de los casos, no.
¿Quiere esto decir que no serás nunca subdirector? En absoluto. Pero lo que habrá que asumir que probablemente no será en la unidad en la que fuiste nombrado funcionario. O en la que llevas demasiado tiempo.
Una promoción puede ser una estrella fugaz. Más vale que seas rápido y pidas el deseo, no sea que alguien lo pida por ti y la siguiente tarde en llegar.
Lo anterior aplica a una persona que no cuida su red de contactos y sin padrino. Si tienes mucha gente en la agenda y quedas con ella habitualmente o alguien que te proteja, probablemente veas la promoción desde otro punto de vista.
Dicho de otro modo, si queréis que os vaya mejor, no descuidéis nunca vuestros contactos y, si podéis, pegaros a alguien que veáis que va a tener carrera. Simpatizamos más con la primera de las opciones. La segunda tiene bastante mala prensa, puede generar malos rollos a lo tonto y está el riesgo de equivocarse de persona.
La Administración no es muy diferente al resto de colectivos sociales.
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