Comentario a la sentencia acerca de la convocatoria de la oposición de 2016
8 noviembre, 2018
Resultados finales del examen oral
19 noviembre, 2018
Mostrar todo

Exámenes de oposición vs otros exámenes

Tiempo de lectura: 4 minutos

Motivación

Entiendo que todo el mundo sabe que nuestra preparación implica escribir durante una hora y media un tema del escrito para luego leerlo delante nuestro para que comentemos tanto el fondo como la forma. En estos comentarios a veces decimos cosas que luego nos dan que pensar. El pasado jueves la conversación trataba de que alguien era incapaz de resumir un tema de tal modo que tardara en desarrollarlo menos de dos horas. En esta situación dijimos “quizá la oposición no se te da bien porque la carrera se te dio demasiado bien”. La frase tiene matices. Intentaremos explicarla.

Exámenes de oposición

Lo evidente

Una oposición tiene un fuerte componente de estudio. Por lo tanto, decir que alguien que ha sido un buen estudiante va a tener problemas en la oposición es, como poco, temerario. Ahora bien, podemos analizar las diferencias entre los distintos tipos de exámenes y ver posibles implicaciones.

Exámenes de oposición vs otros exámenes

Otros exámenes

En un examen convencional suele haber algún tipo de material de estudio. Este material, aunque acotado de alguna manera, en la realidad puede considerarse casi infinito. Siempre habrá algo que desarrolle más, mejor o diferente la asignatura o material de examen.

¿Quién era un buen estudiante? Simplificando mucho, aquel que mejor controlaba la mayor parte de ese material. ¿Problema? No hay límite para el estudio.

Pongamos un ejemplo: en un hipotético examen el temario es el diccionario de la RAE. Las preguntas serán definiciones del mismo. Resulta evidente que si alguien conoce todas las palabras sacará un 10. Si conoce un 90%, un 9 y así sucesivamente.

Examen de una oposición

En una oposición la cosa cambia un poco. De entrada, las preguntas están claras desde el primer momento. Son las que diga la convocatoria. Aplicando el símil del diccionario, esto supone que no hay que estudiarse todo el diccionario, solo las palabras que nos pueden salir en los exámenes. 

Otro aspecto a tener en cuenta es que hay que hablar de todo lo que te pidan. Con el ejemplo del diccionario, tienes que tener al menos una definición de todas las palabras que puedan salir en el examen.

Por otro lado, hay un tiempo finito para escribir o hablar. Esto también condiciona lo que uno debe estudiar. Por ejemplo, parte del grupo II de la oposición versa sobre derecho administrativo. Si nos vamos a una librería que tenga algo de surtido en esta disciplina y vemos manuales, nos encontramos con unos cuantos. El menos grueso tiene 300 páginas. Seguramente ese trate de todo de lo que hay que saber para la oposición. Quizá hay hasta capítulos que no tenemos ni que leer. O quizá no.

Si nos vamos a cualquier otro tema de cualquier otro grupo, la situación es la misma.

Es decir, el posible material para dar respuesta a cada uno de los temas podría ser también infinito.

Ahora bien, tenemos una gran ventaja, sabemos que el tiempo que tenemos disponible para desarrollar el tema es finito. Hora y media para el escrito y veinte minutos para el oral.

De golpe, hemos acotado lo que tenemos que saber de cada uno de los temas. Lo justo y necesario para escribir o hablar 90 o 20 minutos. En el caso del oral conviene tener algo más ya que preguntan. En el caso del escrito, no.

Implicaciones

Una persona que a la cual se le dio bien la carrera podríamos asumir que sabía mucho. Nadie tenía idea de qué es lo que iba a caer. Se premiaba, de algún modo, el saber enciclopédico.

¿Se le dará bien la oposición? Si no cambia el chip, no.

Alguien que tenga un saber enciclopédico sobre el sector del juguete o la expropiación forzosa tiene un problema si no sabe sintetizar todo su saber en hora y media.

Dicho de otro modo, D. Miquel Roca i Junyent seguramente desarrollará en hora y media un mejor tema 1 del grupo II (La Constitución Española) que cualquiera de los opositores. Ahora bien, lo hará, seguramente, porque tiene cerca de 80 años, ha escrito más que cualquiera de los presentes y, además, él participó en su redacción. El último factor, probablemente, es el menos relevante.

¿Por qué? De nuevo, por el límite temporal. Asumiendo que el señor Roca y un opositor tienen que redactar el tema con la estructura del temario de la oposición, para que el primero pueda decir algo que el segundo no sea capaz, el tema debería desarrollarse, mínimo, en 3 horas y no en una y media como hasta ahora.

Si esto es así, y no se premia al saber enciclopédico, ¿a quién se premia ahora? Probablemente a aquellos que mejor sepan sintetizar todo el material del que disponen en una hora y media. Esto implica, entre otras cosas, lo siguiente:

  • Tener el tema perfectamente estructurado.
  • Centrarse en lo relevante.
  • Cerrar cada una de las ideas de las cuales se vayan a hablar.
  • En la medida de lo posible, valorar las consecuencias de los aspectos tratados.
  • No contradecirse en la exposición.

Por si no ha quedado claro, insistimos. Todo lo anterior ha de poder ser escrito en hora y media.

Futura discusión de lo tratado en este post

Tenemos previsto tratar temas no ligados con los temas con nuestros alumnos. Estamos hablando de aspectos como los tratados en este post. No nos referimos a aspectos del temario, sino más bien a cómo estudiar la oposición, cómo afrontar los repasos y otras áreas más operativas. Nuestra previsión es hacerlo el sábado 15 de diciembre. La sesión se realizaría a través de internet.

La sesión será abierta a todos aquellos que muestren su interés y se inscriban rellenando sus datos en el formulario del final de la entrada. La hora y el enlace se facilitará con tiempo suficiente antes del evento.

Contacto

Como siempre, puedes ponerte en contacto con nosotros aquí para tratar el contenido de este post o cualquier otro relacionado con la oposición.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *