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Comentario sobre una noticia de oposiciones

Tiempo de lectura: 4 minutos

Origen de la entrada

Nos han pasado esta noticia sobre oposiciones. Nuestra idea es intentar comentar el texto próximamente. De momento sacamos un rato para probablemente hacer amigos y hablar de otras circunstancias de contexto. Éstas pueden ser analizadas antes de meterse en cambios en el sistema.

Todas las opiniones que aparecen en este post son las del autor.

La función pública en el mercado laboral

Mucha gente creerá que la mayoría de la gente que oposita lo hace por la seguridad que da ser funcionario. Quizá para algunos sea un criterio, pero no es lo que yo en estos años he visto. Como dijimos aquí o aquí, la gran mayoría de gente con la que hemos hablado lo que busca con la oposición no es tanto cambiar de trabajo, sino cambiar de vida. Dicho esto, nos podríamos plantear lo siguiente. Nos limitaremos a los opositores al cuerpo de Ingenieros Industriales del Estado, pero consideramos que argumentos similares pueden ser empleados a otras oposiciones.

¿Quién oposita?

Evidentemente, no existen datos reales, y, probablemente, si los hay estén bastante falseados, ya que casi todos los argumentos que vamos a proponer no parecen ser de lo más heroicos. En nuestra opinión el grueso de los opositores lo hacen por estos motivos.

  1. Echan más horas que un reloj en su actual trabajo y desearían tener tiempo para ellos.
  2. Desean poder ejercer de padres o madres de sus hijos, ya sea con los que ya tienen o con los que prevén tener.
  3. Tienen una cierta edad, se han quedado en paro, y han tenido malas experiencias en su búsqueda de empleo.
  4. Tienen una clara vocación de servicio público. Sufren por cada día que no pueden dedicar todo su esfuerzo a hacer de España el mejor país del mundo.

Creo que a todo el mundo le encantaría que muchos de los opositores fueran del tipo 4, pero nos tememos que éstos son un porcentaje absolutamente marginal.

¿Es lo anterior malo?

Aquí habrá disparidad de opiniones. En la nuestra, no tiene por qué.

Tener en la Administración Pública un tipo más quemado que el palo de un churrero no me parece mal. De hecho me parece maravilloso. Tendremos a un tío tremendamente válido y con gran capacidad de esfuerzo que podrá aportar muchísimo a la Administración.

En los tiempos que corren, que alguien quiera ejercer de padre o madre, personalmente, me parece que marca un tipo de carácter que es valioso. Quizá haya que cubrirle algún hueco durante algunos periodos, pero consideramos que a la larga merecerá la pena.

Poder contar con personas con una dilatada carrera profesional tampoco me parece que sea algo malo. Habrá que ver cómo la Administración puede aprovechar ese capital humano, pero esta es otra cuestión.

Por último, la gente del último grupo, en la opinión personal de quién escribe, es francamente peligrosa. Imagino que todos tenemos algún amigo o conocemos a alguien que cariñosamente le llamamos “flipado” por la vehemencia en su comportamiento y lo pintoresco de sus sugerencias o formas de ver el mundo. No se puede evitar que los “flipados” accedan a la función pública si aprueban la oposición, pero, personalmente, prefiero a alguien un poco más rodado y con los pies sobre el suelo. No obstante, por su juventud pueden aportar cosas muy valiosas si son debidamente tutelados.

Conclusión

Se pretende reformar la función pública, lo cual consideramos que es positivo. No obstante, en el análisis consideramos que quizá un factor que habría que tener en cuenta es el contexto.

Cuando para una oferta de plazas el ratio plazas/presentados supera el 1/50, podríamos decir que hay un problema. Esta situación se suele dar en oposiciones para administrativos. Personalmente, no me creo que todos los presentados deseen tener un trabajo para el que probablemente estén sobrecualificados y con el que ganarán no mucho más de 1.000€ al mes. Seguramente un porcentaje relevante lo hagan porque no ven otra opción mejor para ganarse la vida.

A fecha de hoy, a mi modo de ver, la función pública está siendo el empleador de último recurso. Da trabajo a personas que no quieren o no pueden estar en otro sitio. 

Si el mercado laboral ofreciera alternativas para aquellos que desean tener tiempo para gastar el dinero que ganan, para poder cuidar y disfrutar de sus hijos o para aquellos con más experiencia que los recién graduados, probablemente las cosas serían de otro modo y todos estos debates de cómo debería ser el funcionariado serían diferentes.

Dicho de otro modo, considero que algo va muy mal cuando mucha gente se plantea opositar no tanto por el trabajo sino por las condiciones del mismo. Plantearse una reforma parcial del mercado de trabajo, centrado en la función pública, igual sale bien. Sin embargo, es probable que afloren nuevos problemas que jamás se les ocurrieron a los ideólogos del cambio.

Mención a otras oposiciones

No conocemos el perfil de los opositores a otros cuerpos. Quizá el análisis hecho aquí igual no aplica del mismo modo a todos. Es posible que en ciertos cuerpos del grupo A1 haya una clara vocación de servicio público. Sin embargo, quizá el análisis planteado en esta entrada sea aplicable en cuerpos de los grupos C1 y C2. En éstos quizá se presupone una cierta facilidad en su acceso por el número de plazas y lo corto del temario. Por este motivo, atraen a una gran cantidad de personas para un número de plazas que no parecen justificar tales avalanchas.

Despedida

Como siempre, puedes ponerte en contacto con nosotros aquí para tratar el contenido de este post o cualquier otro relacionado con la oposición.

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