Ya llevamos algunas semanas del oral. Es de esperar que tras la publicación de las notas no haya mucho tiempo hasta que se realice el caso práctico. Por tanto, toca plantearse qué hacer para preparar este examen. Como lo prudente es prepararlo, animamos a aquellos que hayan cantado los tres temas a pensar en hacer algo antes de que se sepan las notas. Algo de razón debemos tener, ya que dos personas que no se estaban preparando con nosotros nos han preguntado si podemos ayudarles con este examen.
Sobre cómo preparar este examen, escribimos aquí. Consideramos que lo que se dijo allí sigue estando vigente.
En esta entrada vamos a analizar los siguientes aspectos de este examen, para acabar ofreciéndoos una alternativa de formación basada en el análisis efectuado. Aspectos a analizar:
Sobre los tipos de examen escribimos ya hace tiempo sobre ello, aquí. Como decíamos entonces, tres son las posibles variantes de examen.
Saber leer y escribir significa entender lo que pone un texto para, en base a ello, poder producir un documento nuevo. Ejemplos de estos tipos de exámenes son la comprensión de un documento para elaborar un informe o el análisis de la orden de bases de una subvención y una solicitud de subvención ejecutada según la orden anterior para ver si está bien cumplimentada o no.
Por saber sumar y restar hay que entender el hecho de aplicar una serie de operaciones matemáticas para la solución de un problema. Todos los problemas de análisis de inversiones, de balances o de cuentas de pérdidas y ganancias están en este grupo.
Por saber cocinar con la receta delante hay que entender que se os dé una metodología para el cálculo de algún parámetros (por ejemplo, cálculo de retribuciones de activos ligados a infraestructuras gasistas o eléctricas o de pago de ayudas a las renovables) y obtener dicho parámetro para una determinada circunstancia.
Si nos fijamos en los casos prácticos de la anterior OEP, en el caso de minas el examen fue del tipo sumar y restar y en el de industriales, del tipo de saber leer y escribir.
Si vamos a los hechos, el año pasado, en el caso de minas, 15 personas hicieron el caso práctico y 13 lo aprobaron (aprobó un 83% de los que se presentaron). En el caso de industriales, de 31 personas que lo hicieron, lo aprobaron 23 (aprobó un 74%).
Como ya se ha dicho, no todo el mundo aprobó el caso práctico, por lo que ante la pregunta de si fue el examen difícil o fácil es bastante probable que no haya consenso. Si miramos los datos únicamente, creo que podríamos decir que no fue un regalo, ya que esto implicaría que todo el mundo aprueba, pero tampoco es un examen imposible de aprobar, tipo el de Mecánica de la Politécnica, que parece que de 200 que se presentaban aprobaban 5. Podríamos decir que es un examen asequible, pero que hay que tomárselo en serio.
Aquí hay que remitirse a lo que prevé la convocatoria sobre este examen, el cual “Tendrá carácter práctico y consistirá en la realización, por escrito, de un informe o dictamen sobre un supuesto relacionado con el contenido y funciones de los puestos de trabajo que desempeñan los funcionarios de carrera del Cuerpo de Ingenieros Industriales del Estado, y que podrá ser presentado por el Tribunal en formato electrónico”.
De la lectura de lo anterior, no queda especialmente claro de qué puede tratar el examen, más que nada porque no existe ningún factor común del trabajo que cada Ingeniero Industrial del Estado realiza. Lo que hace el redactor de este blog en su trabajo probablemente no se parezca en nada a lo que hace otro Ingeniero Industrial del Estado en la Secretaria General de Industria y PYME, y lo que hace éste último tiene poco que ver con lo que se hace en el área de Energía o Telecomunicaciones.
En cualquier caso, si bajamos a nivel de detalle, tenemos que tener en consideración quién pone el examen. Esta responsabilidad la suele asumir el presidente del tribunal. El año pasado y éste, los cargos de presidente titular y suplente los ocupan las mismas personas. Por lo tanto, no parecería descabellado pensar que el examen de este año tendrá algo en común con el del año pasado.
¿Qué podría ser ese algo en común? No lo sabemos, pero, probablemente, el examen que habrá que resolver este año sorprenderá a los opositores como sorprendió a los opositores de ese año, ya que no se parecía en nada a lo que era habitual ver en este tipo de exámenes.
A la vista de lo anterior, nuestra propuesta consistiría en analizar los exámenes pasados, adquirir conocimientos mínimos de ofimática, que os enfrentéis en posibles exámenes elaborados por nosotros tomando como base nuestro trabajo y hacer algún ejercicio de gestión de crisis. Todo esto se llevaría a cabo de forma remota, es decir, cada uno en su casa y con su ordenador.
Nuestra previsión es hacer al menos 8 sesiones de preparación de unas dos horas cada una siendo la primera la tercera semana de mayo.
Aquellos que podáis estar interesados, por favor, rellenad en siguiente formulario.
Como siempre, puedes ponerte en contacto con nosotros aquí para tratar el contenido de este post o cualquier otro relacionado con la oposición.