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Tiempo de lectura: 4 minutos

En comparación con el post anterior, en el cual se describían ciertos hechos de la oposición de forma más o menos objetiva, esta entrada va a ser absolutamente valorativa y como tal debe ser entendida. De este modo, otros funcionarios os pueden dar otra visión, pero, probablemente, el mensaje no difiera en exceso de lo que se quiere decir aquí.

Dicho esto, intentaremos clarificar qué tipo de oposición es esta y si se puede aprobar o no trabajando.

En primer lugar, intentaremos distinguir entre dos tipos o posiciones extremas de oposiciones, las cuales las podríamos llamar como “oposiciones pacíficas” y “oposiciones violentas”. Como comprenderéis, en ninguna oposición hay sangre, es simplemente una forma de clarificar el concepto.

Tipos de oposiciones

Por “oposición violenta” podríamos entender la película “Los Inmortales”. De algún modo la película no es más que un tremendo proceso selectivo para conseguir una plaza en el cual los méritos o el temario consistía es saber cortar la cabeza al contrario. Sólo podía quedar uno (había una sola plaza). Juan Ramírez Sánchez Villalobos (Sean Connery) nosotros diríamos que como espadachín no era malo, incluso podríamos decir que era bueno, pero perdió la cabeza (también se la hizo perder a muchos). Si nos apuráis, Kurgan no es que nos caiga simpático, pero no se puede negar que sabía darle a la espada. También cayó (cortando la cabeza a más todavía). La plaza se la quedó Connor MacLeod.

A modo de síntesis, podríamos decir que una oposición violenta sería aquella en la que hay muchos candidatos que cumplen con los requisitos (se saben muy bien el temario), pero hay que acabar seleccionando entre ellos a los ‘n’ mejores ya que sólo tienes ‘n’ plazas.

Una “oposición pacífica”, por contra, es aquella en la que con saberse el temario basta. Por poner un ejemplo, cualquier examen que hayáis hecho hasta ahora. No había numerus clausus, por lo que todos los que llevaban al umbral fijado por el profesor aprobaban.

La oposición al cuerpo de Ingenieros Industriales del Estado

Como es lógico, en el mundo real nada es ni completamente negro ni completamente blanco. Lo mismo le pasa a esta oposición. Pero, sin embargo, si en un mapa la oposición violenta estuviera en Los Ángeles y la pacífica en Nueva York, nuestra oposición estaría más cerca de Chicago que no de Las Vegas. Si la pacífica estuviera en Cádiz y la violenta en Moscú, probablemente la nuestra estaría todavía dentro de España o en los primeros pueblos de Francia.

¿Queremos decir con esto que aprobar una oposición es algo fácil? En absoluto. Lo que sí nos gustaría dejar claro es que, en gran medida, compites contra ti mismo y contra el temario. En unos 4-5 meses has de estudiarte unos 60 temas y ser capaz de exponerlos de manera coherente por escrito. Al acabar de esto te has de meter otros 90 más en el mismo periodo de tiempo, más o menos, y exponerlos también de una forma comprensible oralmente. No todo el mundo es capaz de ello, ya sea porque no tiene el tiempo suficiente, por nervios a la hora del examen, mala suerte o cualquier otro factor que se os pueda ocurrir.

Para finalizar, insistimos, en esta oposición compites contra ti mismo y contra el temario. Cuántos se presenten no debería ser una variable relevante en el análisis de si os presentáis o no. El que sí deberías contemplar es el que se va a describir a continuación.

Comentario general a lo que es una oposición

Como se puede concluir de todo lo anterior, si se quiere aprobar una oposición no queda otra que echar horas estudiando. No conocemos ningún atajo. Dicho esto, ¿hay que dejar de trabajar para ponerse a estudiar todas las horas del día? No podemos negar que muchos de los que han aprobado recientemente tuvieron dedicación exclusiva. Ahora bien, de los alumnos que nosotros tenemos actualmente opositando, más de la mitad siguen trabajando.

Con la idea de que tuvierais información real del esfuerzo que supone la oposición en esta entrada incluimos una encuesta pública para que tuvierais acceso a cómo afrontaron la oposición los funcionarios en activo y también los actuales opositores. En paralelo, solicitamos a la Asociación de Ingenieros Industriales del Estado (ASIINDUS) que la difundiera la encuesta entre sus asociados para darle una mayor publicidad entre el público que considerábamos más interesante. Los datos son públicos y podéis acceder a ellos a través de los enlaces previstos en el post.

A pesar de no poder contar con suficientes datos, lo que está claro es que estudiar una oposición es una carrera de fondo, por lo que una vez que te pongas en marcha puedes evaluar cómo te va y tomar medidas para cumplir tu objetivo. Para hacer esto no importa si trabajas o no. Evidentemente si trabajas podrás dedicar menos horas al estudio, pero si te controlas bien podrás ver qué salidas tienes y ejecutarlas a tiempo. Acudir a una persona ajena a ti, un preparador o academia, te puede ayudar, pero también es un ejercicio que se puede realizar de forma autónoma.

Lo que sí recomendamos es que se haga un análisis cabal del esfuerzo que os puede suponer y cómo lo vais a afrontar. Puede ser algo desmotivador encontrarse con que has aprobado el primer examen y darte cuenta entonces que no puedes afrontar el siguiente con garantías por no haber previsto nada.

Contacto

Como siempre, puedes ponerte en contacto con nosotros aquí para tratar el contenido de este post o cualquier otro relacionado con la oposición.

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